ALBACETE.- El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha,
Vicente Rouco, ha lamentado "la insuficiente plantilla de jueces" en la
región, "situándola en el último puesto de toda España", con 10,2 jueces
por cada 100.000 habitantes, por lo que ha reclamado un aumento del
número de plazas en 40 más, quejándose también de que aún "no se han
puesto en funcionamiento las dos plazas creadas el pasado año por falta
de instalaciones".
Así se ha pronunciado en el acto de inicio
del año judicial del TSJCM, en Albacete, al que han asistido autoridades
como el presidente de las Cortes, Pablo Bellido; el consejero de
Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina; el
delegado del Gobierno, Francisco Tierraseca; el alcalde, Manuel Serrano,
o el presidente regional del PP, Paco Núñez, entre otros.
La
litigiosidad ha alcanzado "cuotas altísimas" durante 2022, con un 8,7%
de asuntos ingresados, superando el 10 por ciento de aumento de asuntos
civiles en jurisdicción civil, lo que le hace plantearse la posibilidad
de un "escenario de crisis económica", pese a "la elevada capacidad
resolutoria". Además, ha indicado que en cuanto a los asuntos pendientes
en trámite superan el 6,9% que "veremos a ver como queda con la
incidencia de las huelgas".
Ha rechazado "polémicas
artificiales" cuando entró en vigor la reforma de Código Penal respecto a
la ley del 'sólo sí es sí', "a cuyo mandato se dio cumplimiento", al
tiempo que ha cifrado en 67 casos los procesos en la región hasta la
fecha en los que se han reducido condenas impuestas.
Ha pedido
un Pacto de Estado en materia judicial, que aleje a la justicia de la
política, que fortalezca la dignidad e independencia del Consejo General
del Poder Judicial, así como su renovación en plazo y la reforma su
elección con arreglo a parámetros de la Unión Europea, que "despeje las
sospechas que ciernen sobre la independencia de jueces", que los sitúan
en "el mal de todo".
De igual modo, ha mostrado su
"desolación" por la no renovación del Consejo General del Poder
Judicial, algo que, ha dicho, es culpa de "la confrontación y falta de
concertación política" y ha provocado "una grave crisis institucional"
que priva al poder judicial de sus competencias para realizar
nombramientos de altos cargos.
Un viejo dilema "que siempre está de actualidad", ha afirmado Rouco,
es "burlar la ley para encontrar la salida a un problema" aunque
implique para ello "retorcerla o tergiversala a conveniencia".
"¿Cuándo
no nos queden leyes que burlar, con qué nos defenderemos, qué ley nos
quedará?", se ha preguntado.
Por ello, ha clamado por defender
la Constitución y "dar vigencia" a los valores constitucionales, de
concordia, de moderación, de entendimiento y necesario reencuentro para
asegurar la solidez institucional del Estado. "Protejamos la
independencia del poder judicial para hacer valer las leyes que nos
defienden a todos", ha demandado.
En la misma línea, el
presidente del TSJCM ha lamentado que no faltan quienes cuestionan "más
allá de la legítima crítica" las decisiones judiciales que no son de su
agrado, "cuando no la función misma del poder judicial".
"Pareciera para algunos que los jueces y tribunales somos enemigos de la
sociedad en vez de defensores del orden, de la ley y del ordenamiento
jurídico", ha manifestado.
El poder judicial, ha criticado,
está sometido al "embate continuo" de acontecimientos que "ensombrecen
la vida institucional de España", con "grave perjuicio" para la calidad
de la democracia y del Estado de derecho.
Frente a ello, ha
reivindicado, es "imprescindible" proclamar que España tiene "la suerte"
de contar con un poder judicial "servido por jueces y magistrados
profesionalmente muy competentes, preparadísimos, caracterizados por la
vocación e independencia e implicados en su trabajo con espíritu de
servicio".
Profesionales, ha dicho, que están acompañados por
otros "excelentes" servidores públicos como fiscales, abogados,
procuradores, abogados del Estado y demás personal a su servicio, así
como por los forenses y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado,
todos ellos "imprescindibles para que tengamos una auténtica
democracia".