ALBACETE.- Efectivos de la Patrulla del Servicio de
Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la localidad de Alcaraz, pertenecientes a la Comandancia de la Guardia Civil de
Albacete, han procedido a la detención de M.Z.A. de 44 años, vecino de
Priego (Córdoba), y de P.M.C.M. de 39 años, vecino de Almedinilla
(Córdoba), como presuntos autores de un delito contra la flora, la fauna
y los animales domésticos, consistente en el empleo de veneno con fines
cinegéticos.
La actuación se enmarca dentro de los servicios preventivos que
efectúa el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Comandancia de
la Guardia Civil de Albacete, en relación al 'Programa antídoto', ha
informado la Delegación del Gobierno en nota de prensa.
Las investigaciones dieron comienzo el pasado día 27 de abril,
tras haberse tenido conocimiento a través de la denuncia de un
ciudadano, de la aparición de un perro muerto con síntomas de
envenenamiento en un coto privado de caza ubicado dentro del término
municipal de Povedilla-Alcaraz.
Componentes de la Patrulla del Servicio de Protección de la
Naturaleza (SEPRONA) de la localidad de Alcaraz de esta Comandancia,
conjuntamente con personal perteneciente al Cuerpo de Agentes
Medioambientales de la Junta y de perros detectores de cebos
envenenados, procedieron al rastreo del coto de caza donde apareció el
perro envenenado.
Como resultado, se localizaron un total de 26 cebos envenenados y
tres cadáveres de animales que podrían haber muerto como consecuencia de
su ingesta, entre ellos: un perro, un zorro y un lirón careto.
A consecuencia de los resultados obtenidos en los diferentes
rastreos del coto de caza, efectivos de la Patrulla del SEPRONA de
Alcaraz iniciaron una investigación, cuyo resultado fue la localización y
detención de los presuntos autores de la colocación de los cebos
envenenados.
El 'modus operandi' utilizado por los detenidos consistía en
impregnar pedazos de carne embutida con un producto tóxico, que se
colocaban sujetos por un alambre a diferentes arbustos, a una altura del
suelo de entre 10 y 40 centímetros, preferentemente en los lugares de
paso de las alimañas, para que una vez detectados por estas los
consumieran, provocando su ingesta una muerte rápida.
Los detenidos, con la finalidad de tener controlados rápidamente
todos los cebos, solían marcar los lugares donde se hallaban los mismos,
colocando la vaina de un cartucho de caza vacío en una rama previamente
partida de algún arbusto cercano.
Por efectivos de la Patrulla del Servicio de Protección de la
Naturaleza de Alcaraz, se instruyeron las correspondientes diligencias,
que fueron entregadas junto con los detenidos en el Juzgado de
Instrucción de la localidad de Alcaraz.
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