MADRID.- El secretario general de Comfia-CC.OO., José
María Martínez, teme que el agujero" en las cuentas de Bankia sea
"mayor" de los hasta 10.000 millones de euros que el Gobierno estima
inyectar en la entidad para su recapitalización, después de los
antecedentes de CCM, CajaSur, la CAM y Banco de Valencia.
"No somos ingenuos, el agujero siempre es mayor del que se
declara", señala Martínez en un artículo sobre el último episodio de la
reestructuración financiera tras la dimisión de Rodrigo Rato al frente
de Bankia titulado 'Al final de la escapada'.
El secretario general de Comfia insta además al Gobierno a asumir
que la financiación del sector bancario tendrá que formar parte de la
política de estímulo al crecimiento que prepara la UE, al esgrimir que
"sin crédito tampoco habrá crecimiento".
"Hay que ponerle el cascabel al gato: hará falta impulso público,
ya sea estatal o europeo", explica, para después abogar por que sea el
sector quien pague la reestructuración "aunque sea en el tiempo".
Para Martínez, la operación que ultima el Ejecutivo con Bankia,
que califica de intervención "de facto", anuncia una "nueva etapa" en la
reforma del sector bancario. "Sin financiación externa (pública) no hay
reforma que valga ni para el sector ni para que circule el crédito",
enfatizó.
Como condición a estas ayudas, urge a retirar a los gestores y
administradores de las entidades que se beneficien de las mismas e
incluso aboga por condenar a "algunos" de éstos. "El Estado debe hacer
valer su inversión para que el crédito fluya y, en algún caso, incluso
hacer valer sus derechos de propiedad", subraya.
Sobre la creación de sociedades independientes que asuman los
activos tóxicos, Martínez justifica esta medida en otras políticas de
"interés público" en materia de vivienda y alquiler. "A la vez que las
entidades sueltan lastre, las familias hipotecadas también pueden
reducir el volumen de deuda", asegura.
Por ello, insta a "echar coraje", responsabilidad y compromiso,
algo que, en su opinión, "ha brillado por su ausencia" hasta ahora. En
ese sentido, critica la labor del gobernador del Banco de España, Miguel
Ángel Fernández Ordóñez, a quien acusa de rebajar la reputación de la
institución por desempeñar una política de "huida hacia delante" y por
su pretensión de "acabar" con las cajas de ahorros.
Según Martínez, en "poco tiempo" la reputación del Banco de España
ha quedado "malbaratada", al eludir un debate "espinoso por populista":
la capitalización pública de los bancos.
"Lo que ha fallado no es un sistema de gobierno, sino un modelo de
negocio de los gestores y de control de los administradores, las
administraciones y los supervisores", insiste sobre las cajas.
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