ALBACETE.- La Asociación de Amigos de los Teatros de
España (AMITE) ha presentado ante el Ministerio de Educación, Cultura y
Deportes la declaración del Teatro Circo de Albacete como bien de
interés cultural de España, en la categoría de monumento.
De este modo, AMITE ha instado esta declaración, horas antes de
que este Teatro cumpla su 125 aniversario, al amparo de varios artículos
de la Ley del Patrimonio Histórico Español, para lo que ha elaborado un
amplio documento de motivos que lo avalan y que ha sido presentado este
jueves ante el Registro del Ministerio.
A partir de este registro, la Administración del Estado tiene 20
meses por delante para pronunciarse sobre esta petición, que requerirá
el estudio de expertos e instituciones, según ha informado esta
asociación en nota de prensa.
AMITE, que cuando operaba como Amigos del Teatro Circo de Albacete
lideró el movimiento ciudadano para la recuperación de este Teatro,
considera que el inmueble reúne elementos históricos y artísticos
suficientemente relevantes para optar a este reconocimiento por el
Gobierno de España.
El Teatro Circo de Albacete se inauguró el 7 de septiembre de
1887, año en que llegó la electricidad a la ciudad, con la zarzuela del
maestro Barbieri 'El diablo en el poder', un libreto entonces de moda,
después muy poco representado.
Su construcción responde a la tipología de teatros circos que se
estilaban entonces por el Levante español y que dio lugar a que ciudades
como Murcia, Alicante, Valencia, Palma, Cartagena o Alcoy, disfrutaran
de un espacio teatral y circense de esta clase.
Desde su financiación por una sociedad de doce albacetenses,
presidida por Rafael Serna, el Teatro Circo fue concebido como un
espacio de doble capacidad para teatro y circo, levantado desde una
estructura básicamente de hierro, que sujeta unas bellísimas arquerías
neoárabes con capiteles nazarí granadino que lo hacen único en el mundo.
Estas arquerías repiten la frase del Corán 'Alá es grande porque es
amor'.
La rapidez de las obras fue la causante de que se cometiesen
fallos: fachada inconclusa, corrientes de aire en el interior del Teatro
y problemas de acústica en la parte alta del mismo. Así, en 1919 se
realizaron varias reformas, con las que se modificó el patio de butacas,
quitándole el aspecto de circo; se construyeron palcos principales y
segundos; y se colocó un cielo raso que impide las corrientes de aire.
Tras su cierre en 1985, el Teatro Circo sufrió un abandono que le
llevó a su ruina y a su casi desaparición, incluso con un conato de
incendio al sufrir ocupaciones ilegales, pero en 1994 se constituyó la
Asociación de Amigos del Teatro Circo como movimiento ciudadano que
presionó "incansablemente" al Estado, al Ayuntamiento de Albacete, y al
Gobierno de España para su recuperación.
El Ayuntamiento de Albacete compró en 1994 el Teatro Circo a sus
más de 20 propietarios, por más de 400 millones de pesetas y, años más
tarde, se firmó un acuerdo con el Gobierno de España y la Junta de
Castilla-La Mancha para su rehabilitación.
Las obras no empezarían hasta 1998. El proyecto recuperó la
fisonomía que tenía en 1887, pero le faltaba la recuperación la pista de
circo. Finalmente, fue la Asociación de Amigos del Teatro Circo la que
convenció al Ayuntamiento para dotar al Teatro de la pista circense que
le hace único en España y singular en toda Europa, pues no más de 10
teatros circos se conservan en el mundo.
El 9 de septiembre de 2002, la Reina de España lo reinauguró con
la actuación especial del Ballet Nacional de España con la obra de
'Fuenteovejuna'.
Albacete incluso ha dotado al Teatro Circo de un Festival
Internacional de Circo ya consolidado y actualmente es una baza para la
ubicación en esta capital del Museo Nacional de las Artes Circenses, que
está pendiente de un trámite municipal para la puesta en marcha del
proyecto de rehabilitación del Banco de España con tal fin.
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