BRUSELAS.- Andalucía, Galicia y Castilla-La Mancha
podrían perder a partir de 2014 la mayor parte de ayudas regionales que
reciben de la Unión Europea, según se desprende de la última propuesta
de compromiso sobre el presupuesto de la UE para los próximos siete años
que ha publicado este miércoles la presidencia chipriota.
Chipre quiere alcanzar un acuerdo sobre el presupuesto del
periodo 2014-2020 en la cumbre extraordinaria del 22 y 23 de noviembre,
de forma que la Eurocámara lo ratifique antes de fin de año. Los
presidentes de la Comisión, José Manuel Durao Barroso; el Consejo,
Herman Van Rompuy; el Parlamento, Martin Schulz; y el presidente de
Chipre, Demetris Christofias se han reunido este miércoles y han dicho
que "movilizarán todos los esfuerzos necesarios" para lograr este
objetivo.
Tras haber escuchado las opiniones de todos los Estados
miembros, la presidencia sostiene que será "inevitable" aplicar recortes
a la propuesta inicial de la Comisión, que preveía un gasto de la UE
durante el periodo 2014-2020 de 971.000 millones de euros, un 5% más que
en las actuales perspectivas financieras.
Uno de los capítulos a los que más podría afectar el recorte
es el de la política regional, según han defendido los países
contribuyentes netos, como Reino Unido, Holanda o incluso Francia, que
quieren concentrar las subvenciones únicamente en las regiones más
pobres, cuyo nivel de riqueza es inferior al 75 por cient de la media de
la UE.
Para España, el Ejecutivo comunitario había propuesto que
Andalucía, Castilla-La Mancha y Galicia, que ya superan este umbral,
conserven hasta dos tercios de las ayudas actuales. Las tres comunidades
estarían en una nueva categoría de "regiones en transición", que
incluye a las que tienen un PIB per cápita de entre el 75 por ciento y
el 90 por ciento de la media de la UE.
También Murcia quedaría catalogada como "región en transición"
(su PIB está en el 85 por ciento de la media), aunque recibiría menos
subvenciones que las otras tres comunidades autónomas porque ya en el
actual periodo dejó de ser objetivo prioritario de la política regional
al superar el 75 por ciento. Por su parte, Extremadura mantendrá las
subvenciones del actual periodo 2007-2013 por encontrarse todavía por
debajo del umbral del 75 por ciento.
Sin embargo, la propuesta de la presidencia chipriota
cuestiona incluso que haya ayudas específicas para las regiones en
transición. De hecho, todas las referencias a esta nueva categoría en el
documento de negociación aparecen entre corchetes, lo que significa que
no hay acuerdo entre los Estados miembros para reconocer sus problemas
particulares.
En cambio, sí que figura en el compromiso que seguirá habiendo
ayudas para las regiones menos desarrolladas, con un PIB por debajo del
umbral del 75 por ciento, aunque todavía no se ponen cifras.
Alrededor de una quincena de países, entre los que está España
y la mayor parte de los nuevos Estados miembros del centro y el este de
Europa ya han hecho frente común para oponerse a los recortes en
política de cohesión, según fuentes europeas. España está también, junto
con Francia, entre los países que rechazan reducir el presupuesto de la
política agrícola común, pero aceptaría ajustes en el resto de
partidas, según las fuentes consultadas.
El documento de negociación, que será debatido el próximo
lunes por los ministros de Asuntos Europeos de los 27, recoge la
propuesta de la Comisión de congelar en el futuro las ayudas europeas a
los países con déficit excesivo que no apliquen las recomendaciones de
la UE para corregir la situación.
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