MADRID.- La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, se enfrenta a
un panorama complicado en los próximos meses. Al menos, según las
especulaciones de algunos medios que dibujan para ella un futuro poco
esperanzador.
Ayer mismo, 'eldiario.es' narraba un supuesto plan de Rajoy para remodelar por completo la cúpula del partido, en el que la política manchega no salía demasiado bien parada.
Según esta información, en la que se citaban fuentes cercanas al proceso, el presidente del PP pondrá en marcha el plan en febrero del próximo año y sus consecuencias podrían ser devastadoras para la propia Cospedal y algunos otros líderes históricos. Entre ellos, Javier Arenas y Gonzaléz Pons que, directamente, serán apartados de la dirigencia del partido.
Además, si este plan fuera cierto, Cospedal mantendría su cargo orgánico pero perdería por completo el poder para ejercerlo. La ganadora sería Soraya Sáenz de Santamaría, la rival interna histórica de la presidenta de Castilla-La Mancha que pasaría a controlar el partido como ya controla el Gobierno y el Grupo Parlamentario, donde ya colocó a Alfonso Alonso, uno de sus hombres de confianza.
El desembarco de la vicepresidenta en Génova 13 también se haría con la llegada a la cúpula de alguien de su equipo. El elegido sería Jaime Pérez Renovales, un abogado vallisoletano de 45 años a quien Cospedal 'tolera' y que ejercería de 'consejero delegado', encargándose del día a día de Génova 13, para permitir a la secretaria general una mayor dedicación a su cargo de presidenta de Castilla-La Mancha, un feudo que conquistó para el PP, pero que, a tenor de las encuestas, puede perder en las próximas elecciones.
Si se confirmarse este extremo, todo estaría listo también para que Soraya Sáenz de Santamaría, quizá el único peso pesado del partido al que, por ahora, no se le ha descubierto relación alguna con el 'caso Bárcenas', consolidase su posición como la persona con más posibilidades de auparse a la presidencia del partido y el Gobierno en los próximos meses si las turbulencias actuales derivadas del 'caso Bárcenas' terminan por obligar a Mariano Rajoy a dimitir.
Aunque tampoco la secretaria general puede respirar tranquila por ahora en este aspecto. De hecho, la destrucción de los discos duros de los ordenadores del tesorero, entre otras lindezas, puede llevarla al 'banquillo' de los acusados. O eso cree el líder de IU, Cayo Lara, que ayer en unas declaraciones a la prensa confirma que su formación política va a ampliar la querella contra el PP para que incluya un posible delito de destrucción de pruebas.
Ayer mismo, 'eldiario.es' narraba un supuesto plan de Rajoy para remodelar por completo la cúpula del partido, en el que la política manchega no salía demasiado bien parada.
Según esta información, en la que se citaban fuentes cercanas al proceso, el presidente del PP pondrá en marcha el plan en febrero del próximo año y sus consecuencias podrían ser devastadoras para la propia Cospedal y algunos otros líderes históricos. Entre ellos, Javier Arenas y Gonzaléz Pons que, directamente, serán apartados de la dirigencia del partido.
Además, si este plan fuera cierto, Cospedal mantendría su cargo orgánico pero perdería por completo el poder para ejercerlo. La ganadora sería Soraya Sáenz de Santamaría, la rival interna histórica de la presidenta de Castilla-La Mancha que pasaría a controlar el partido como ya controla el Gobierno y el Grupo Parlamentario, donde ya colocó a Alfonso Alonso, uno de sus hombres de confianza.
El desembarco de la vicepresidenta en Génova 13 también se haría con la llegada a la cúpula de alguien de su equipo. El elegido sería Jaime Pérez Renovales, un abogado vallisoletano de 45 años a quien Cospedal 'tolera' y que ejercería de 'consejero delegado', encargándose del día a día de Génova 13, para permitir a la secretaria general una mayor dedicación a su cargo de presidenta de Castilla-La Mancha, un feudo que conquistó para el PP, pero que, a tenor de las encuestas, puede perder en las próximas elecciones.
Si se confirmarse este extremo, todo estaría listo también para que Soraya Sáenz de Santamaría, quizá el único peso pesado del partido al que, por ahora, no se le ha descubierto relación alguna con el 'caso Bárcenas', consolidase su posición como la persona con más posibilidades de auparse a la presidencia del partido y el Gobierno en los próximos meses si las turbulencias actuales derivadas del 'caso Bárcenas' terminan por obligar a Mariano Rajoy a dimitir.
Aunque tampoco la secretaria general puede respirar tranquila por ahora en este aspecto. De hecho, la destrucción de los discos duros de los ordenadores del tesorero, entre otras lindezas, puede llevarla al 'banquillo' de los acusados. O eso cree el líder de IU, Cayo Lara, que ayer en unas declaraciones a la prensa confirma que su formación política va a ampliar la querella contra el PP para que incluya un posible delito de destrucción de pruebas.
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