MADRID.- Comapa, el proveedor de jamones
de Carrefour está en el ojo del huracán. Según han confirmado distintas
fuentes a El Economista, la Guardia Civil está investigando la distribución de forma
fraudulenta, sin los oportunos controles de calidad y trazabilidad de
una de las marcas de la compañía, Oro de la Ermita, que podría haber
sido utilizada sin la autorización de la compañía.
La semana pasada la Agencia de Seguridad Alimentaria activó la alerta sanitaria
sobre esta enseña, que, según admiten desde Comapa, se distribuye en
exclusiva en Carrefour. La empresa asegura que cumple con todos los
requisitos legales de trazabilidad, pero desde Carrefour se procedió el
pasado viernes a la retirada de cientos de jamones y Sanidad ha activado
la alerta de seguridad alimentaria ante el presunto farude.
Fuentes próximas a la investigación
consultadas por este periódico confirman que la empresa está bajo
sospecha desde hace más de un año tras haber sacado al mercado jamones,
supuestamente ibéricos, por menos de 80 euros la unidad.
"Se podría haber estado vendiendo jamón ibérico cuando en realidad no lo
es y, sobre todo, producto caducado", aseguran las fuentes consultadas.
Sanidad insiste, no obstante, en que "en el marco de la gestión de la
alerta alimentaria las autoridades competentes de las comunidades
autónomas continúan realizando las investigaciones oportunas para tratar
de determinar los productos implicados y clarificar la situación de los
mismos, evitando de este modo implicar productos que con la misma marca
pudieran haber sido comercializados legalmente y en cumplimiento de la
normativa vigente".
La Guardia Civil está investigando, en concreto, una
trama de más de 30 empresas que habrían creado una red para reetiquetar
de forma fraudulenta productos ibéricos, lo que ha obligado ya a la
retirada de más de 400 toneladas de productos por incumplir las mínimas
condiciones sanitarias.
La causa está siendo instruida ahora por los
juzgados de Alcira (Valencia) y Fregenal de la Sierra (Badajoz) y no se
descarta que en los próximos días pudieran ser llamados a declarar
directivos de Comapa. Sanidad mantiene que tras el desmantelamiento de
una nave en Valencia se detectó la "existencia de un posible riesgo para
la salud pública".
El grupo francés Carrefour y el británico Tesco, líderes de la
distribución en sus respectivos mercados domésticos, anunciaron este lunes
un acuerdo
de largo plazo con proveedores para hacer compras en común.
El acuerdo,
que debe quedar finalizado en un plazo de dos meses, estará regido por
ciclos operativos de tres años, según explicaron las dos compañías en un
comunicado conjunto. También cubrirá "las relaciones estratégicas con
los proveedores, así como la compra en común de productos de marca
propia" y de otros bienes.
El objetivo declarado es "mejorar el
aprovisionamiento y la calidad de los productos a precios todavía más
bajos en beneficio de los clientes" e incrementar así la competitividad
de las dos marcas.
También reforzar los vínculos con los proveedores
"abriéndoles nuevas oportunidades".
Tras el acuerdo, tanto Carrefour
como Tesco puntualizaron, sin embargo, que cada una seguirá trabajando
por su parte con sus propios productores locales y nacionales.
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