TOLEDO.- Emiliano García-Page, después de 32
años en política, ha logrado conquistar la mayoría absoluta en las
Cortes de Castilla-La Mancha y podrá gobernar la región sin peajes, para
"jugar la segunda parte del partido", como ha pedido en reiteradas
ocasiones y continuar con la "reconstrucción" de la región.
Los resultados de estas elecciones autonómicas han sido muy favorables
para el candidato socialista que, con 50 años, continuará en el Palacio
de Fuensalida cuatro años más, pero ahora sin pagar "alquiler", como ha
insistido en pedir a los castellanomanchegos durante la campaña, para
avanzar "más deprisa y sin muletas".
En 2015, el PSOE logró arrebatar la Presidencia de la
Junta de Comunidades al PP, capitaneado en ese momento por María Dolores
de Cospedal, pero precisó el apoyo de Podemos para gobernar, un pacto
-de investidura primero y de gobierno después- que le ha dado más de un
quebradero de cabeza e incluso a "alguna hernia", como ha bromeado en
alguna ocasión.
Con la victoria en Castilla-La
Mancha, García-Page se sube a la ola del Partido Socialista que en las
elecciones generales del 28 de abril acercó a Pedro Sánchez a La
Moncloa, está vez sometido a la votación ciudadana y no como
consecuencia de una moción de censura.
Precisamente,
García-Page ha sido uno de los barones regionales más críticos con
Sánchez, hasta el punto de que se mostró partidario, sin tapujos, de la
elección de un nuevo secretario general del partido y apoyó abiertamente
a Susana Díaz, la rival directa de Sánchez por el liderazgo del PSOE en
España.
La expresidenta andaluza convocó elecciones
en diciembre pero la jugada no le salió bien y ahora gobierna Andalucía
la derecha, mientras que a García-Page los castellanomanchegos le han
reconocido su gestión al frente del Ejecutivo regional los últimos
cuatro años.
No obstante, aquellas rencillas parecen
haber quedado atrás y García-Page ha apoyado a Sánchez en la campaña de
los comicios generales y Sánchez a García-Page en las autonómicas.
De hecho, el presidente del Gobierno en funciones ha visitado Toledo en
varias ocasiones en la precampaña y arropó al candidato socialista a la
Junta de Comunidades en un mitin en Albacete.
Asimismo, García-Page ha sentido el "cariño" del expresidente de
Castilla-La Mancha José Bono, del que ha sido discípulo desde los
inicios de su carrera política, que emocionado le mostró su afecto y
apoyo sin fisuras en el mitin de cierre de la campaña electoral en
Cuenca.
La carrera institucional de García-Page
arrancó en el año 1987 cuando tenía 19 años como concejal del
Ayuntamiento de Toledo, consistorio que llegó a gobernar entre 2007 y
2015, la primera legislatura sin ser la fuerza más votada y con el apoyo
de Izquierda Unida, y la segunda legislatura con el mismo socio de
gobierno pero con mayor apoyo en las municipales de 2011.
Además, es también el líder del PSOE en Castilla-La Mancha desde 2012,
tras la disputa en primarias con José Luis Blanco, y ha sido senador por
designación autonómica entre 2011 y 2015, la legislatura en la que
María Dolores de Cospedal y el PP llevaron las riendas de la región.
En la Junta de Comunidades ha desempeñado varios cargos, portavoz del
Gobierno, consejero de Obras Públicas, consejero de Bienestar Social y
consejero de Relaciones Institucionales, y también fue vicepresidente
segundo.
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