TOLEDO.- Casi un 8 por ciento del colectivo de jóvenes que a finales de 2010 ni estudiaban ni trabajan en Castilla-La Mancha --un 25 por ciento-- están "cerca de una situación de marginalidad", según se desprende del estudio 'Jóvenes y mercado de trabajo en Castilla-La Mancha' realizado por el Consejo Económico y Social de la región.
Así lo ha advertido, en rueda de prensa en la presentación de los datos del estudio --del que la semana pasada se dio cuenta en el pleno del CES--, el profesor titular de Economía Aplicada de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), Carlos Álvarez, que ha coordinado una investigación centrada en el periodo 2000-2010 y en la horquilla de edad que va de los 16 a los 29 años.
Según Álvarez, al analizar la evolución de la estructura de la población juvenil teniendo en cuenta los estudios, el empleo y el paro se desprende que hay un 25 por ciento de jóvenes que ni estudia ni trabaja en la Comunidad Autónoma. De ese porcentaje aproximadamente un 17 por ciento sigue buscando empleo mientras que un 7,6 por ciento está "inactivo total", lo que podría llevar a esa "situación de marginalidad".
Esos porcentajes se han elevado en 2010 respecto a los años 2001 y 2007 (antes de la crisis y cuando comenzó esta), ya que en el primero de los casos el porcentaje de jóvenes que no estudiaba pero tampoco trabajaba era del 21 por ciento y en 2007 ese dato bajó hasta el 16,5 por ciento, según el estudio.
'Jóvenes y mercado de trabajo en Castilla-La Mancha' constata otras realidades como que la crisis ha conllevado la pérdida de 66.000 empleos de jóvenes entre los años 2008 y 2010, o que si antes de ella buscaban empleo unos 8.000 jóvenes, ahora lo hacen 15.000. De estos últimos, el 38 por ciento son parados de larga duración, ya que llevan más de un año buscando trabajo.
El experto de la UCLM ha señalado que los datos de la Comunidad Autónoma son "preocupantes" pero, no obstante, "muy similares" a los del resto de comunidades autónomas del país, ya que la crisis y "la persistencia actual de escasez de puestos de trabajo" ha afectado especialmente a este colectivo, dentro del cual el segmento de 16 a 19 años es el "más afectado".
Así lo evidencian también las tasas de desempleo juvenil registradas en la región por tramos de edad desde 2001 a la actualidad, que reflejan que esa tasa ronda el 60 por ciento en el tramo de 16 a 19 años, se acerca al 40 por ciento en los jóvenes de entre 20 y 24 años y no llega al 25 por ciento entre los jóvenes de 25 a 29 años.
A finales de 2010, la provincia que presentaba un mayor número de jóvenes desempleados de la región era Toledo (con 24.000 de media anual), seguida de Ciudad Real (19.000), Albacete (17.000), Guadalajara (8.000) y Cuenca (7.000), aunque teniendo en cuenta las tasas de paro, la provincia más afectada era Albacete, seguida de Cuenca.
El estudio también ha analizado la evolución del empleo juvenil en relación a los sectores productivos, de lo que se desprende que Construcción e Industria son los dos sectores donde llevó a haber más tasa de empleo juvenil antes de la crisis y, por tanto, donde la caída ha sido mayor en 2010, mientras que ha experimentado una evolución ajustada en sectores como los de Servicios o Agricultura, evidenciando así una tendencia a la tercerización del empleo juvenil.
En cuanto a la relación existente entre el empleo de este colectivo y su nivel de estudios, el informe, según Carlos Álvarez, evidencia que la tasa de ocupación más baja es la de jóvenes con estudios de Secundaria, mientras que la más elevada es la de los que cuentan con estudios de Formación Profesional o universitarios, aunque estos últimos han visto también reducida su empleabilidad, ya que si 83 de cada cien universitarios se mantenían en el mercado de trabajo antes de la crisis ahora son 75 de cada cien los que lo consiguen.
Finalmente, el estudio analiza algunas características específicas, como el hecho de que un 59 por ciento de los jóvenes que cuentan con un salario tienen un contrato temporal --frente al 21 por ciento de los adultos--, y que el 23,5 por ciento de ellos cuentan con un contrato a tiempo parcial, frente al 15 por ciento que tenía esta modalidad contractual antes de la crisis.
Según ha detallado el profesor titular de Economía Aplicada de la UCLM, respecto al paro registrado se evidencia una recuperación de las contrataciones de jóvenes entre 20 y 29 años a finales de 2010 en las oficinas de empleo, aunque no todavía de los que tienen entre 16 y 19 años, aunque ha advertido de que la tasa de paro "no se va a reducir de forma significativa próximamente", ya que de ello dependen múltiples variables, como que se produzca un entorno de crecimiento económico "prolongado".
En cualquier caso, y como recomendación, se apuesta por abordar el fracaso escolar --aunque un 4 por ciento de los jóvenes de entre 16 y 19 años se han puesto a estudiar de nuevo al darse cuenta de que "no tenían estudios suficientes"-- y por incrementar las prácticas en empresas, a imagen del modelo de formación+aprendizaje que tienen en marcha algunos países de la Unión Europea.
No obstante, mientras no se incremente el proceso de recuperación económica, también se propone el reforzamiento de las políticas activas de empleo y formación como un medio para "paliar" los efectos del desempleo a corto plazo. Algo que también ha defendido el presidente del CES, Juan Antonio Mata, al reseñar que "no se puede bajar la guardia" en este terreno de las políticas activas de empleo "sino todo lo contrario".
Mata, que instigó la realización del estudio a raíz de un encuentro nacional de CES sobre este mismo tema, ha confiado en que su contenido le sirva al Gobierno regional en la elaboración del plan de empleo juvenil que anunció la presidenta autonómica, María Dolores Cospedal. El estudio, que conocen empresarios y sindicatos, ha sido remitido a la propia Cospedal, el presidente de las Cortes, Vicente Tirado y el consejero de Empleo, Leandro Esteban.
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