MADRID.- La decena de autopistas de peaje que actualmente afrontan el riesgo de declararse en quiebra han supuesto una inversión de 5.601 millones de euros a las sociedades concesionarias que se adjudicaron su construcción y posterior gestión, según datos oficiales.
Se trata de la inversión que los adjudicatarios han realizado en
ejecutar las obras, con el fin de, posteriormente, recuperarla mediante
el cobro de peaje a los usuarios de las vías durante el plazo en que
tienen encomendada su explotación.
No obstante, el sobrecoste que afrontaron por los terrenos que
expropiaron para la construcción de las autopistas y la abrupta caída de
tráfico que registran en los últimos años, consecuencia de la crisis,
ha desequilibrado las cuentas de sus concesionarias e impide que puedan
afrontar el pago de las deudas, que rondan los 3.000 millones.
De la decena de las sociedades concesionarias de autopistas que se
encuentra en esta situación, cuatro ya se han acogido a procesos
concursales.
La Madrid-Toledo y la R-4 Madrid-Ocaña han solicitado el concurso,
y la Cartagena-Vera y las radiales de Madrid R-3 Madrid-Arganda y R-5
Madrid-Navalcarnero, el preconcurso.
Estas cuatro sociedades, que suman un pasivo de 2.171 millones de
euros, realizaron una inversión en la construcción y puesta en marcha de
las vías de 3.338 millones de euros. En todos los casos, se trata de
autopistas que entraron en servicio en los últimos años.
La Madrid-Toledo, de 71,5 kilómetros y participada por Isolux
Corsán, Comsa, Sando, Azvi y el Banco Espirito Santo, supuso una
inversión de 407,5 millones de euros, y se ha declarado en concurso con
un pasivo de 380 millones. En el primer trimestre de este año registró
1.639 usuarios diarios, un 15,6% menos que un año antes.
La otra vía en concurso, la R-4 (Madrid-Ocaña) requirió una
inversión de 1.079,3 millones de euros y ha solicitado el concurso con
una deuda de 575 millones. Está participada por Ferrovial, Sacyr y la
antigua Caja Castilla-La Mancha y en los tres primeros meses contabilizó
4.555 usuarios al día, un 10,6% menos.
En cuanto a las también radiales R-3 y R-5, ambas de la
concesionaria Accesos de Madrid, supusieron una inversión de 1.118,95
millones y actualmente se encuentran en preconcurso con un pasivo de 666
millones. Participada por Abertis, Sacyr, ACS y la antigua Caja Madrid,
sufrieron un descenso de tráficos del 15,3% y el 16,2% respectivamente
hasta marzo.
Por su parte, la autopista Cartagena-Vera, en la que se invirtió
732,19 millones, también está en preconcurso, con una deuda de 550
millones y en el primer trimestre del año registró una media diaria de
2.396 usuarios, un 6% menos. Sus socios son Globalvía (grupo de
concesiones de FCC y Bankia), Ploder, Cajamurcia (actualmente integrada en
Banco Mare Nostrum), Unicaja (Ceiss) y CAM (Banco Sabadell).
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