TOLEDO.- El secretario general de los socialistas castellano-manchegos y diputado nacional, José María Barreda, ha reconocido que el socialismo "ha perdido la hegemonía" porque "no se ha sido coherente". "El mundo se ha transformado y hemos entrado en una nueva etapa histórica marcada por la globalización, y tenemos la mentalidad del siglo XX".
Así se ha expresado durante la comida de Navidad de los socialistas de Toledo, donde ha explicado que en este momento se están analizando dos derrotas electorales "muy severas y que no se pueden obviar", ya que aunque "ha habido factores ajenos que han influido, también se han cometido algunos errores".
Barreda, que ha asegurado que el PSOE está "en la peor coyuntura de todas en las que puede encontrarse", ha aseverado que si las cosas "no se hacen bien" el partido "estará peor". "Un partido que no se ajusta a su tiempo es obsoleto y anticuado", ha dicho.
"Hay que crear un ambiente de cordialidad dando por hecho que todos tenemos el mismo interés en una sociedad mejor y en ser una alternativa a la derecha que gobierna de manera absoluta y aplastante en Castilla-La Mancha", ha añadido.
Para el dirigente socialista, el trabajo que queda por delante "va a llevar mucho tiempo", pero hay que hacer bien el Congreso Federal de Febrero "para volver a merecer la confianza mayoritaria de los españoles y los castellano-manchegos".
Según Barreda, la cita congresual de febrero ha de significar "el comienzo de una nueva etapa que tienen que protagonizar todos", en la que hay que profundizar en la democracia y "reconocer y analizar las dificultades".
Así, ha dicho que el partido "no es un fin, sino un instrumento al servicio de la sociedad", y representa una máquina "que tiene que estar engrasada y a punto para ser útil y eficiente" a la sociedad.
En cuanto al problema de la crisis económica internacional, Barreda se ha referido a que las circunstancias de la misma afectan a escala mundial "pero no se están dando respuestas internacionales".
"La respuesta socialdemocráta es estrictamente nacional, y de ahí la sensación de impotencia que los ciudadanos perciben, porque se dan cuenta de que desde una nación no se puede dar respuesta a una economía mundializada", ha apostillado.
Por otro lado, ha hecho referencia al Plan de Garantías de la presidenta regional, María Dolores de Cospedal. "Decían que exagerábamos cuando alertábamos sobre el riesgo de que una victoria de la derecha sería un retroceso en los derechos de los ciudadanos".
Además, ha subrayado que la derecha "sabe sacar partido electoral del miedo y se encargan de crear un caldo de cultivo de temor propicio para la demagogia y el chantaje".
Por su parte, el secretario general de los socialistas toledanos y alcalde de la capital regional, Emiliano García-Page, ha apostado por la llegada de momentos mejores para el socialismo. "Volveremos a abrazarnos cuando nos vaya de nuevo bien, que será muy pronto, pero me importa que sintamos un abrazo justo ahora".
En su intervención, ha asegurado que el argumento de los 'populares' antes de las elecciones era "decir que España tenía que cambiar porque todo iba mal", y ahora que están en el poder "dicen que no lo cambian porque todo va mal".
Page se ha referido también a las medidas económicas del Gobierno de Cospedal, de las que ha dicho que "no son recortes, sino hachazos".
"Podemos entender que hay que recortar y plantear la poda del árbol para que no se seque, pero no todos los recortes son iguales".
El primer edil toledano ha aseverado que desde el nuevo Gobierno regional "confunden despilfarro con las infraestructuras" cuando se refieren al anterior Ejecutivo socialista de José María Barreda.
Al respecto, ha hablado sobre las obras del Hospital de Toledo, indicando que cuando el PP estaba en la oposición decía "que llegaba tarde y se tenía que acabar cuanto antes", y ahora "dicen que no lo van a acabar".
"No lo voy a tolerar. Acabará y acabará bien, si no es con ellos, será con nosotros en el Gobierno", ha finalizado.
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