CUENCA.- El todavía Defensor del Pueblo de Castilla-La Mancha, José Manuel Martínez Cenzano, ha lamentado que el Gobierno regional, que preside María Dolores Cospedal, no haya reestructurado esta institución para ahorrar costes en lugar de suprimirla "de tajo".
A preguntas de los medios en Cuenca, Martínez Cenzano ha asegurado que si el Ejecutivo de Castilla-La Mancha hubiera contactado con la institución podrían haber llegado a "un punto de acuerdo" para reducir los gastos de esta oficina, "pero 25 mandan más que 24 y esa ha sido la actitud", ha criticado.
"Hubiéramos estado naturalmente de acuerdo con una restricción de los créditos pero que yo sepa es la primera vez en la historia de esta comunidad que algo que han creado las Cortes desaparece de un tajo", ha lamentado.
Martínez Cenzano ha insistido en que la Oficina del Defensor del Pueblo no era una institución cara. "No podemos saber cuántos procesos de carácter económico-administrativo podemos estar evitando pero si usted analiza el costo por persona, lo cierto es que no resultamos una institución cara", ha manifestado al tiempo que ha ratificado que "proteger los derechos no es un gasto, es una inversión.
Ha asegurado que están "tristes" a pesar de que "no vamos a ser tan estúpidos como para suponer que todo se va a venir abajo cuando nosotros desaparezcamos".
Martínez Cenzano, que ha mostrado su temor por el hecho de que "a la gente de Castilla-La Mancha que ha acudido confiada a la oficina del Defensor del Pueblo durante estos años le vaya a resultar más difícil llegar a Madrid", ha asegurado que el personal adscrito a esta institución está "triste", aunque no van a ser "tan estúpidos como para suponer que todo se va a venir abajo cuando nosotros desaparezcamos".
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